Aunque el mahjong es un juego al que se suele jugar con la familia y los amigos, también es un juego que se practica en los rincones más oscuros de la sociedad. Nangou es un jugador compulsivo que ha acumulado una deuda de más de tres millones de yenes. En un último intento por limpiar su historial, decide apostar su vida en una partida de mahjong con la mafia. Por desgracia, a medida que avanza la partida, Nangou sólo se aleja del premio y se acerca a la muerte. Cuando toda esperanza parece perdida, el salón de juegos es invadido de repente por Shigeru Akagi, un joven que huye de la policía. Desesperado por darle la vuelta al juego, Nangou le entrega la partida a Akagi tras enseñarle algunas de las reglas. La mafia sólo puede sonreír cuando Akagi se sienta a jugar. Sin embargo, pronto descubren que Akagi es un jugador nato. Una figura imponente que no teme a la muerte. Una persona que está destinada a convertirse en una leyenda.