Moeka, de 17 años, que perdió a sus padres, y Yurie, que buscaba escapar de su violento marido, se bajaron un día en una estación de Kitsunezaki. El gran terremoto y el tsunami habían cambiado sus destinos. Salvaron la vida, pero se quedaron perplejas cuando les preguntaron por su identidad en un lugar de evacuación. Fue una anciana llamada Kiwa Yamana quien les echó una mano. Desde ese día, Yurie fue conocida como Yui, Moeka como Hiyori, y junto a Kiwa, las tres mujeres comenzaron una maravillosa vida en común en la vieja casa "Mayoiga" con vistas al mar.