El Reino Sagrado ha vivido incontables años de paz, un tiempo de calma que se cimentó tras una tragedia histórica que grabó a fuego la fragilidad de su existencia. Gracias a un muro colosal, erigido como cicatriz y símbolo de esa dolorosa lección, han logrado mantener la guerra a raya. Ellos, mejor que nadie, comprenden lo delicada que puede ser la tranquilidad.


Pero ahora, esa frágil paz está amenazada. El terrible demonio Jaldabaoth ha emergido, liderando un ejército unido de tribus monstruosas, una marea oscura que avanza sin piedad. Los líderes del Reino Sagrado lo saben: sus defensas, por imponentes que sean, no serán suficientes ante esta amenaza existencial.


Con el destino mismo de la nación pendiendo de un hilo, los piadosos gobernantes se encuentran ante una decisión desesperada. No les queda más opción que buscar ayuda donde sea posible conseguirla. Esto significa, inevitablemente, romper el tabú más sagrado y sentarse a dialogar con el rey no-muerto de la temida Nación Oscura.