Mientras Tooru continúa su búsqueda para convertirse en la mejor doncella y Kanna Kamui se sumerge de lleno en su vida de estudiante de primaria, no hay un día aburrido en la casa de los Kobayashi, donde las travesuras son el pan de cada día. Sin embargo, uno de esos días se produce un enorme desprendimiento de tierra en la colina donde Kobayashi y Tooru se conocieron por primera vez, una clara muestra del poderío de un dragón. Cuando ninguno de los dragones que conocen reclama la responsabilidad, la propia autora desciende de los cielos: Ilulu, el Dragón del Caos radical con un poder monstruoso que rivaliza con el de Tooru.

Asqueada por la relación de Tooru con los humanos, Ilulu recurre al típico método de los dragones para resolver los conflictos: una batalla a muerte. A pesar de este comportamiento, se siente intrigada por la capacidad de Kobayashi de entablar amistad con los dragones y decide observar qué es lo que hace a Kobayashi tan especial. Con un nuevo dragón problemático en la ciudad, la excéntrica vida de Kobayashi con una doncella dragón no hace más que aumentar.