La desaparición del Escuadrón de la Cabeza de Lanza más allá del horizonte no oculta la intensidad de la interminable propaganda de la República de San Magnolia. Vladilena Milizé sigue actuando como "Manejador Uno", comandante de otro escuadrón deshumanizado de la facción 86 en la continua guerra contra la Legión.

En el frente occidental, Shinei Nouzen y su escuadrón están en cuarentena en una base militar controlada por la República Federal de Giad, antes conocida como Imperio Giadiano. El nuevo gobierno concede a los ochenta y seis salvados la plena ciudadanía y la libertad. Alojados por el propio presidente Ernst Zimmerman, el grupo conoce a su hija adoptiva y última emperatriz, Augusta Frederica Adel-Adler.

Sin embargo, dentro de la calma de esta tierna sociedad, Shinei y su equipo sienten que su propósito está en el campo de batalla. En poco tiempo, se encuentran de nuevo en medio de la embestida de la Legión como parte del Escuadrón Nordlicht de la Federación, acompañados por Augusta Frederica. Pero, a medida que la historia se repite, se dan cuenta de que, sea cual sea el bando, la muerte y el dolor en el frente son el único consuelo que conocen.