La criada Lilith, contratada para cuidar la mansión del joven Yuuri y su familia, parece muy sospechosa: es demasiado buena para ser verdad. Todos los platos que sirve resultan deliciosos, toda la residencia brilla después de que ella la limpie, y toda la ropa desprende un agradable aroma desde que empezó a hacer la colada. Además, sus ojos diabólicamente hermosos sólo sirven para aumentar las sospechas de Yuuri. ¿Es acaso Lilith una bruja o una hechicera? Yuuri no puede averiguarlo. Pero a pesar de sus recelos, Yuuri tiene que convivir con Lilith mientras intenta desentrañar el misterio que se esconde tras su encanto de otro mundo.