Sakurai Tomoki se ha adaptado a su vida con los dos angeloides, Ikaros y Ninfa, y está disfrutando enormemente. Sin embargo, sigue teniendo sueños extraños y pide a todos sus amigos que le ayuden a investigar la causa. Ninfa inventa un dispositivo que permite a las personas, pero no a los angeloides, entrar en los sueños de otras personas. El dispositivo funciona mal al principio, pero al final llegan a lo que se supone que es el sueño de Tomoki, pero descubren que algo está muy mal en él. Más tarde, un meteorito cae del cielo en el lugar del gran cerezo en flor donde Tomoki descubrió a Ikaros. Una rubia angeloide muy bien dotada y con una enorme espada emerge del meteorito y sale en busca de Tomoki.