De día, Ichitarou es el delicado maestro de Nagasakiya, un prisionero de su propia enfermedad. Pero su mundo secreto está poblado por poderosos yokai que han jurado protegerlo. Una escapada nocturna prohibida lo convierte en el único testigo de un asesinato que desafía toda lógica. Pronto, un asesino en serie con métodos extraños comienza a dejar un rastro de sangre por todo Edo. Para detenerlo, se forma el equipo de detectives más insólito de la historia: un joven con una mente aguda y sus guardianes sobrenaturales, que se sumergen en una conspiración mucho más oscura de lo que jamás imaginaron.