Al final de la primera temporada, Doremi y sus amigas tuvieron que renunciar a sus poderes de bruja y volver a ser chicas normales. Esto también significaba que no podían volver a ver a Majorika, Lala y las hadas. El MAHO-Dou también estaba desierto y la puerta del Majokai estaba cerrada. La Reina, habiendo visto todo esto a través de su bola de cristal, hace que Doremi y compañía acaben dirigiéndose de nuevo al Majokai, con la excusa de devolver el secador de pelo de Majorika. Sin embargo, acaban tropezando con un jardín, ¡y una de las rosas revela un bebé! La Reina les dice a las chicas que deben criar al bebé durante todo un año. Para ayudarlas, reciben poderes de bruja más nuevos y fuertes que antes. La aventura aún no ha terminado.