Es el año 1991, y para Yaguchi Haruo, un estudiante de sexto grado, los videojuegos son lo único que le da sentido a su vida. No es popular en la escuela, tampoco es atractivo, gracioso, simpático ni carismático. Su única habilidad destacable es su destreza en los videojuegos. Un día, en el salón de juegos local, se enfrenta a Oono Akira, una compañera de clase que, a diferencia de él, es popular, inteligente, bonita y de familia acomodada. Para su sorpresa, Akira lo derrota sin piedad en Street Fighter II, no solo una vez, sino 30 veces consecutivas, y no logra ganarle en ningún juego. Haruo no puede evitar la presencia de Akira, quien lo sigue de arcade en arcade cada día después de clases, ganándole cada vez. Sorprendentemente, entre los dos surge un vínculo inesperado y una peculiar amistad.